Las familias de Villa El Porvenir que se dedican a la producción de plátano mejoraron la calidad del fruto, su precio y sus ingresos gracias a un nuevo sistema que también se implementa en Ecuador: el cable vía, un mecanismo de transporte que asegura un alimento ecológico y certificado.
Una ‘cabeza’ de bananos cuelga del cable vía que se implementó en Villa El Porvenir. Foto La Razón. |
Los productores de esa localidad, ubicada en el municipio de Alto Beni, en el norte de La Paz, lograron consolidar ese nuevo sistema de producción gracias al apoyo del Proyecto de Alianzas Rurales (PAR), dependiente del Programa Emprendimientos Organizados para el Desarrollo Rural Autogestionario (Empoderar), del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras. En el municipio de Alto Beni, en el norte de La Paz, hay 14 asociaciones de productores de bananos. Los productores aseguran que la apariencia de la fruta es la que impone el precio en el mercado.
El coordinador general de Empoderar, Jhonny Delgadillo, explica que la finalidad del PAR es mejorar los ingresos de los pequeños productores pobres de las áreas rurales del país, para lo cual se les da financiamiento, lo que les permite modernizar su producción y acceder en mejores condiciones a los mercados. Con esa finalidad se promueven alianzas entre productores y compradores. Bajo este modelo, 32 familias agrupadas en la Asociación de Productores Agroecológicos de Villa El Porvenir (Apavip) recibieron Bs 578.265 en la primera fase de implementación del proyecto (PAR I), entre 2010 y 2013. Con esos recursos mejoraron la calidad de su producción y su llegada al mercado local y a Perú. Apavip tiene sembradas 200 hectáreas (ha) de platanales, indica Marcial Choque, productor de la zona.
Para que estos frutos tengan una mejor apariencia y una mayor aceptación en el mercado, las familias implementaron varias medidas. Primero, construyeron un sistema de transporte por cable para el traslado mecánico de los pesadas “cabezas” de banano desde sus sembradíos hasta la empacadora: un cable vía. Inicialmente, cada productor recibió 240 metros de cable, pero esta extensión se fue ampliando con inversión de los propios productores, que vieron que el sistema daba buenos resultados, cuenta Choque, quien implementó en sus plantaciones otros 700 metros.
FACTORES. El cable vía es un mecanismo que se utiliza en Ecuador, uno de los mayores exportadores de banano de América Latina. Un especialista de ese país fue el encargado de hacer la instalación. Este sistema de transporte evita que la fruta se dañe, lo que aumenta el precio de los productos en el mercado. “Antes manejábamos en carretilla y la fruta se golpeaba y dañaba, pero con el cable vía ya no ocurre eso”, afirma Choque.
Asimismo, los productores recibieron capacitación sobre técnicas que se utilizan en Ecuador para el cuidado de los platanales. Por ejemplo aprendieron el deschante, el rodal, el desflore y enfundado, y el deshoje. Fueron instruidos también en el corte de la fruta de la planta, así como en los cuidados que se deben tener para que ésta se reproduzca por sí misma y no tengan que cortarla cada cierto tiempo.
Todo ese procedimiento manual permite que la producción sea ecológica y certificada, pues se hace un control de plagas sin necesidad de utilizar químicos. “No fumigamos, usamos el estiércol de la gallina como abono, eso nos ayuda bastante”, asegura Choque. Este sistema duplicó los ingresos anuales de cada familia de Bs 23.614 a 46.961, según Empoderar. “Tenemos mayor aceptación en el mercado con esa calidad de fruta”, dice la productora Luz Quispe.
El banano de Villa El Porvenir se consume en el desayuno escolar de La Paz y El Alto. Apavip conformó una alianza con el centro de Comercialización de Alto Beni (Banabeni), a la que entrega 350 cajas (cada una de 12 unidades) por semana. El precio de cada caja es de Bs 15, pero antes solo les pagaban Bs 12,5. Pero esa organización también tiene un acuerdo con un exportador al que entrega cada semana 200 chipas (cada una de diez racimos o cabezas de bananos y con un peso de 22 kilos). Esos plátanos van a las poblaciones peruanas de Juliaca y Puno. El precio de cada chipa está entre Bs 90 y 100. Hasta el año pasado, la organización también vendía a Chile, pero una inundación provocó que sus cosechas se dañen.
Fuente: Luz Mendoza (http://eju.tv)
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